Progreso del paracaídas de ExoMars
Durante el último mes se ha avanzado adecuadamente para resolver los problemas detectados en los paracaídas de la misión ExoMars y poder mantener el calendario de cara a la ventana de lanzamiento prevista para julio-agosto de 2020.
La misión precisa de dos paracaídas, cada uno con su propio paracaídas piloto, para ayudar a frenar el módulo de descenso antes de su amartizaje sobre el Planeta Rojo. Una vez que el rozamiento atmosférico haya hecho que el módulo de descenso pase de unos 21.000 km/h a 1.700 km/h, se desplegará el primer paracaídas. Unos 20 segundos después, a unos 400 km/h, se abrirá el segundo. Tras la separación de los paracaídas, a aproximadamente 1 km sobre el suelo, los motores de frenado se activarán para depositar de forma segura la plataforma de aterrizaje —con un róver encapsulado en su interior— sobre la superficie marciana para comenzar la misión científica. La totalidad de la secuencia, desde la entrada en la atmósfera hasta el amartizaje, durará tan solo seis minutos.
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Aunque la secuencia de despliegue de los cuatro paracaídas se probó con éxito en los ensayos de caída a gran altitud este mismo año, se observaron daños en la campana del paracaídas primario, de 15 m de diámetro, y del secundario, de 35 m. A pesar de las adaptaciones en el diseño introducidas de forma preventiva para el segundo ensayo del paracaídas de 35 m, volvieron a producirse daños en la campana.
Desde entonces se ha llevado a cabo una inspección exhaustiva de todo el material recuperado, lo que ha permitido al equipo del proyecto definir adaptaciones concretas en el diseño de ambos paracaídas. También se van a aplicar cambios prometedores en el diseño de las bolsas de los paracaídas para facilitar la salida de las líneas y la campana, evitando así daños por fricción.
La ESA también ha solicitado el apoyo de la NASA para beneficiarse de su experiencia de primera mano en paracaídas. Esta cooperación permitirá acceder a equipos especiales de ensayo del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA, de modo que la ESA podrá llevar a cabo diversos ensayos de extracción dinámica en tierra para validar todas las adaptaciones de diseño previstas antes de los ensayos de caída a gran altitud posteriores.
Las próximas oportunidades de efectuar ensayos de caída a gran altitud tendrán lugar en Oregón (EE. UU.) entre enero y marzo. La ESA está trabajando para concluir los ensayos de los paracaídas de 15 y 35 m antes de la “revisión de calificación y aceptación” del proyecto ExoMars, prevista para finales de abril, para poder cumplir la ventana de lanzamiento de la misión: del 26 de julio al 11 de agosto de 2020.
Una vez aprobado, el conjunto de los paracaídas dentro de su contenedor de vuelo, debería incorporarse a la nave antes de su envío a Baikonur en abril, pero también se podría integrar durante las actividades de preparación en el lugar de lanzamiento en mayo.
La misión se lanzará a bordo de un cohete Protón, y un módulo de transporte llevará el módulo de descenso compuesto, la plataforma de aterrizaje Kazachok y el róver Rosalind Franklin a Marte, a donde llegará en marzo de 2021. Tras abandonar la plataforma de superficie, Rosalind Franklin explorará la superficie marciana en busca de lugares de interés geológico para perforar hasta el subsuelo y determinar si en algún momento el planeta llegó a albergar vida.
En estos momentos, el róver se está sometiendo a su campaña de pruebas medioambientales en Airbus Toulouse (Francia). Al mismo tiempo, el módulo de transporte que contendrá el módulo de descenso y la plataforma de aterrizaje está completando la última ronda de ensayos en la sede de Thales Alenia Space en Cannes (Francia). El róver se integrará en la nave a principios de 2020.
Todas las actividades de calificación de los paracaídas están siendo gestionadas y dirigidas por un equipo conjunto formado por la ESA (con el apoyo de la Dirección Técnica), TASinI (contratista principal), TASinF (sistema de paracaídas, PAS), Vorticity (análisis de ensayos y diseño de los paracaídas) y Arescosmo (fabricación de los paracaídas y las bolsas).
El programa ExoMars es un esfuerzo conjunto de la ESA y Roscosmos. Además de la misión 2020, incluye el Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO), lanzado en 2016. Este ya está proporcionando resultados científicos importantes y retransmitiendo datos del róver Curiosity y el módulo de aterrizaje Insight de la NASA. También se encargará de la transmisión de datos de la misión ExoMars 2020 cuando llegue al Planeta Rojo en marzo de 2021.
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