Robots espaciales luchan para salvar a la Tierra de un cometa
Un cometa que se dirige hacia la Tierra amenaza la existencia humana – éste fue el escenario ficticio de la edición de este año de la competición Zero Robotics, en la que estudiantes de secundaria de toda Europa tenían que controlar satélites en miniatura en el interior de la Estación Espacial Internacional para salvar a nuestro planeta.
La Estación Espacial Internacional fue la sede de la gran final. Esta avanzada competición desafía a los jóvenes a escribir algoritmos para controlar a los robotsSpheres, acrónimo en inglés de ‘Satélites Experimentales para Mantener la Posición, Interactuar y Reorientarse de forma Sincronizada’.
Los robots Spheres son satélites del tamaño de un balón de voleibol que flotan en el interior de la Estación, utilizando 12 toberas de aire comprimido para desplazarse y cambiar su orientación. Están equipados con su propia fuente de energía, propulsión y sistema de navegación.
El viernes de la semana pasada fue la cuarta vez que los concursantes europeos enviaron sus comandos al espacio, y cada año aumenta la participación. En esta edición, más de 140 estudiantes europeos acompañaron a los concursantes estadounidenses para redirigir a un cometa que se aproximaba a la Tierra, esquivando basura espacial y teniendo en cuenta la limitada disponibilidad del láser.
Los finalistas europeos se reunieron en el Centro Tecnológico de la ESA, en los Países Bajos, para seguir la competición en directo. Los equipos estadounidenses se conectaron desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
A bordo de la Estación, la competición fue monitorizada por el astronauta de la NASA Richard Mastracchio y por el cosmonauta Oleg Kotov. El astronauta de la ESA André Kuipers, supervisor de la final de 2012 desde el espacio, comentó que “estas finales son una combinación perfecta de videojuegos, ciencia y tecnología. La robótica tiene un futuro prometedor para ayudarnos en órbita”.
“¡Fue muy emocionante ver cómo nuestro código despertó a los Spheres que flotaban junto a los astronautas!”, explica Eva Krebs, del equipo alemán Käthe in Space.
“En la escuela nuestros comandos se quedaban en la pantalla del ordenador, pero ahora pudimos ver cómo controlaban a los robots en el espacio”.
Este concurso comenzó el año pasado con una serie de rondas online de dificultad cada vez mayor. Los equipos se tuvieron que enfrentar a los mismos problemas que las misiones reales: pérdidas de señal, baterías bajas y plazos de entrega muy ajustados. Los estudiantes también pasaron largas noches programando y tuvieron que discutir con los otros equipos las tácticas a seguir.
Cada finalista estaba compuesto por una alianza de tres equipos de distintos países europeos. Los 18 equipos concursantes procedían de Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Países Bajos y Rumanía.
Estrategias para salvar el mundo
Los satélites tenían que utilizar la atracción gravitatoria, la repulsión láser o una combinación de métodos para alterar la trayectoria de un cometa virtual que se dirigía hacia la Tierra.
“Nuestra estrategia consistía en navegar hasta la fuente láser esquivando la basura espacial, tomar el láser y disparar al cometa”, explica orgulloso Tommaso Chemello del equipo ganador.
El primer premio fue para la alianza C.O.F.F.E.E. – juego de palabras en inglés entre la palabra ‘café’ y el acrónimo de ‘Compañía de Luchadores Fantásticos y Experimentadores Extravagantes’ – compuesta por los equipos Sunday Programmers (Padua, Italia), Némesis (Pozuelo de Alarcón, España) y Hello World (París, Francia).
“Aprendimos que hay una gran diferencia entre la fase de simulación y la competición en tiempo real en la Estación. Las cosas no siempre salen como habías planeado”, confiesa Tommaso.
Los concursantes europeos pasaron el día realizando actividades prácticas de robótica espacial en el Centro Tecnológico de la ESA. Además de conocer a nuevas personas y de trabajar en equipo, desarrollaron nuevas capacidades ingenieriles.
“La motivación que genera esta competición no tiene precio. Los estudiantes de las ediciones anteriores están siguiendo ahora estudios de ingeniería”, señala Enrico Lorenzini, coordinador universitario de Italia.