La vida en los planetas extrasolares

HD 189733b

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15 diciembre 2008

En 2008, el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA descubrió dióxido de carbono en la atmósfera de un planeta del tamaño de Júpiter que orbitaba alrededor de otra estrella. Esto se consideró un paso importante en la búsqueda de indicios de vida en otros mundos.

Hasta ahora se han descubierto unos 300 planetas en la órbita de estrellas lejanas. Lamentablemente, esos planetas extrasolares son apenas perceptibles y están tan alejados que resulta muy difícil estudiarlos. Sin embargo, con el uso de modernos instrumentos, los científicos están empezando a conocer mejor esos mundos distantes y los gases que forman su atmósfera.

El dióxido de carbono es el gas que despiden las plantas durante la noche y que utilizan para su crecimiento. Los animales y los seres humanos lo exhalan cada pocos segundos. Es uno de los principales gases de efecto invernadero, ya que atrapa el calor y aumenta así la temperatura del planeta. El carbono es también la base de los denominados compuestos orgánicos, que están entre los componentes esenciales de la vida. Ahora el Hubble ha demostrado que podemos detectar dióxido de carbono en planetas distantes y calcular su abundancia. Se trata de un gran avance en el prolongado esfuerzo dedicado a averiguar de qué están formados esos mundos y si podrían albergar vida.

El planeta, denominado HD 189733b, tiene una temperatura excesiva para la vida. Sin embargo, es un buen planeta para someterlo a observación, ya que desaparece detrás de su estrella cada 2,2 días. Mediante el estudio de los cambios periódicos de la luz que llega a la Tierra, los científicos pueden analizar la atmósfera del planeta. Ya se ha descubierto la presencia de vapor de agua y de metano. Las nuevas observaciones del Hubble demuestran que es posible medir la química básica de la vida en planetas que giran en torno a otras estrellas.

¿Estamos solos?