Vuelta a la Tierra: un viaje en la montaña rusa

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10 noviembre 2014

A primera hora de esta mañana, una nave Soyuz con tres astronautas a bordo salió de la Estación Espacial Internacional de vuelta a la Tierra. El vertiginoso descenso duró 3 horas, tras las cuales aterrizaron sanos y salvos en las estepas de Asia central para poner fin a seis meses de misión en el espacio.

Quizá pienses que la parte más difícil de una misión espacial es el lanzamiento, pero el aterrizaje no es cosa fácil. La nave Soyuz empieza el descenso a la Tierra cayendo en picado a unos 30.000 kilómetros por hora (¡esto es 100 veces más rápido que el tren más veloz!). Para que los astronautas regresen a casa ilesos, es necesario reducir esa velocidad antes de tocar el suelo.

El regreso a la Tierra es como dar una vuelta en una montaña rusa que se hace más accidentada cuando entra en la atmósfera. En ese momento, todas las piezas innecesarias de la nave salen disparadas y arden antes de llegar a tierra.

Quince minutos antes del aterrizaje, se abren bruscamente los paracaídas para reducir drásticamente la velocidad hasta alcanzar el ritmo de una persona de paseo. A continuación, justo un segundo antes de tocar tierra, se encienden seis retropropulsores que facilitan un aterrizaje algo dramático pero seguro.

Una vez efectuada la maniobra, el vuelo finaliza, pero no así la misión. El cuerpo de los astronautas se adapta a la vida en el espacio de muchas maneras y una de las consecuencias es que pierde fuerza. Algunos incluso han llegado a tener dificultades para dar la vuelta a la esquina o caminar en línea recta durante las semanas posteriores a su regreso.

Aprender a vivir otra vez con gravedad lleva tiempo, así que los médicos vigilan durante semanas a los astronautas para ver cómo se readaptan a la vida en la Tierra. El astronauta Alexander Gerst, de la ESA, se dirige ahora al Centro Europeo de Astronautas de Colonia, Alemania. El equipo médico de la ESA vigilará cómo se adapta a la gravedad después de haber pasado cinco meses viviendo en condiciones de ingravidez.

Un dato curioso: siempre hay al menos una nave Soyuz preparada para tres astronautas en la estación espacial (este tipo de nave puede transportar a tres personas a la vez). De esta forma, si hubiese una emergencia, la tripulación podría regresar a casa sana y salva.

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