Los satélites son capaces de evitar un nuevo Titanic

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17 abril 2012

Hace cien años, el 15 de abril de 1912, el RMS Titanic chocó contra un iceberg y se hundió cuando cruzaba el océano Atlántico Norte, provocando la muerte de más de 1.500 pasajeros y tripulantes. Actualmente, miles de barcos recorren el mismo trayecto sin pérdida de vidas humanas, en gran parte gracias a los satélites.

Frederick Fleet era el vigía del Titanic la noche del 14 de abril de 1912. La información sobre los témpanos de hielo que proporcionaba Frederick era la única de la que disponía el capitán Edward John Smith para navegar por aquellas peligrosas aguas.

Uno de los legados más importantes que nos dejó la tragedia del Titanic fue la mejora de la seguridad marítima, con el establecimiento del Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar y de la Patrulla internacional del hielo (IIP, International Ice Patrol).

La función de la patrulla del hielo es supervisar los témpanos de hielo y delimitar zonas de peligro por su presencia. En las aguas árticas, en cualquier momento, puede haber miles de icebergs flotando a la vez. El reto de la patrulla es determinar el número de ellos que se desplazarán al sur, hacia las rutas marítimas. Hasta la fecha, ningún barco que se haya atenido a los "límites por icebergs" publicados por la patrulla del hielo ha chocado contra alguno de ellos.

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Al principio, la patrulla del hielo utilizaba embarcaciones para sus labores de vigilancia, pero después de la II Guerra Mundial cambió ese método por la vigilancia aérea. Actualmente, la vigilancia aérea es el principal método utilizado, pero la IIP tiene previsto cambiar los costosos vuelos sobre el hielo por las observaciones de satélites.

Hasta la fecha, la patrulla del hielo recurre a las observaciones por radar de satélites para complementar la vigilancia aérea. Los radares de los satélites son un magnífico instrumento para la supervisión de icebergs, ya que pueden captar imágenes a través de las nubes y la oscuridad.

Sentinel-1, cuyo lanzamiento está previsto para 2013, aumentará de manera extraordinaria la disponibilidad de los datos de radar y ayudará a la patrulla del hielo a evitar desastres como el del centenario Titanic.