El coche solar

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El automovilismo asumió un aspecto totalmente nuevo cuando algunos estudiantes holandeses utilizaron la tecnología espacial para construir el Nuna, el coche insuperable para el siglo XIX.

Nuna acabó primero en la competición 2001 World Solar Challenge, una carrera de 3.010 km a través de Australia para coches alimentados por energía solar. El Nuna rompió cuatro récords mundiales, finalizando la carrera en 32 horas 39 minutos a una velocidad promedio de 91 km/h. Posteriormente volvió a ganar esa misma carrera en 2003, pulverizando nuevamente todos los récords.

Era una máquina estilizada y con muchas ventajas. Se había diseñado para reducir la resistencia al aire y la cubierta exterior era de plásticos de la era espacial, para restarle peso y añadirle resistencia. La carrocería era de fibra de carbono reforzada con Kevlar, un material utilizado en los satélites.

La superficie del coche estaba recubierta con células solares de arseniuro de galio muy eficientes, que se desarrollaron originalmente para satélites como el explorador lunar de la ESA SMART-1. Nuna también llevaba pequeños dispositivos que garantizaban la máxima potencia de su batería y de las células solares, incluso cuando el coche estaba en la sombra o cuando el cielo estaba nublado. Estos dispositivos se utilizan en muchos satélites como, por ejemplo, la sonda Rosetta de la ESA, diseñada para posarse sobre un cometa.

Última modificación 06 noviembre 2012

Beneficios del espacio