El avión Zero G ayuda a los científicos a experimentar con la gravedad

El avión Zero G se utilizó para someter a las personas y los experimentos de a bordo a los efectos de la gravedad parcial

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21 junio 2018

La Estación Espacial Internacional es un fantástico laboratorio situado en el espacio. Las condiciones de microgravedad de la estación permiten a los científicos realizar experimentos que ayudan a hacer todo tipo de descubrimientos. Pero, ¿qué ocurre si el experimento necesita algo de gravedad, pero no ausencia total de gravedad? La ESA, el Centro Aeroespacial Alemán (llamado DLR) y la Agencia Espacial Francesa (llamada CNES) se unieron para conseguirlo.

En lugar de ir al espacio, utilizaron un avión muy especial denominado A310 Zero G. Cuando el avión estaba en el aire, el piloto del aparato realizó una maniobra complicada. Primero ascendió casi en vertical y luego redujo rápidamente la velocidad. Esta maniobra hace que el Zero G trace un gran arco en el aire, como el que haría si lo hubiesen lanzado con una catapulta. Cuando el avión recorre la parte superior del arco, todos los pasajeros y los equipos que hay a bordo están en caída libre (que es lo mismo que experimentar la microgravedad) durante unos 20 segundos. Luego, el avión desciende y, al hacerlo, se recupera el efecto de gravedad. No puede pasar mucho tiempo antes de que el piloto vuelva a elevar el aparato en el aire. Entonces puede volver a iniciar la maniobra.

Para conseguir el efecto de gravedad parcial (un cuarto, la mitad y tres cuartos de gravedad) durante el vuelo, el piloto cambió el ángulo de elevación del avión, con lo que este trazó diferentes arcos en el aire. Esta técnica no se había probado antes, ¡pero funcionó realmente bien!

Miembros de las tres agencias espaciales a bordo del avión Zero G

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La tres agencias espaciales trabajaron juntas en diferentes experimentos durante este vuelo especial. Uno de los experimentos investigó los efectos de la gravedad parcial en el comportamiento de nuestro cerebro. Experimentos anteriores han demostrado que breves momentos de ingravidez aumentan el riego sanguíneo en el cerebro, lo que explica que nuestras mentes funcionen mejor. Sin embargo, la ausencia de gravedad durante un tiempo prolongado produce efectos negativos en el cerebro. ¿Podría haber un término medio si utilizásemos gravedad reducida? Esto es lo que algunos científicos de a bordo estaban investigando.

Otro experimento tenía que ver con las raíces de las plantas y la forma en que reaccionan a la gravedad parcial. Sabemos por los experimentos realizados a bordo de la Estación Espacial Internacional que las plantas se adaptan sorprendentemente rápido, pero necesitamos más información para entender cómo cambian al hacerlo.

El astronauta de la ESA Alexander Gerst ha probado la ingravidez durante uno de estos vuelos especiales

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Experimentos como estos son muy importantes para planificar el envío de astronautas humanos a la Luna, e incluso a Marte. ¿Podemos los seres humanos vivir y trabajar en condiciones de ingravidez total durante mucho tiempo o necesitamos algo de gravedad para mantenernos sanos? Cultivar plantas en el espacio y otros planetas será esencial para nuestra supervivencia, así que ¡necesitamos saber cómo reaccionan a diferentes cantidades de gravedad!

Imagina que eres un científico a bordo del avión Zero G. ¿Hay algún experimento que te gustaría hacer? ¿Ayudaría a los astronautas a explorar nuevos mundos en el futuro?

Un dato curioso: el avión Zero G puede caer en picado para reducir la gravedad cada tres minutos y un total de 31 veces por vuelo. Es como una montaña rusa extrema en el aire, ¡pero utilizada para la ciencia!