Los suelos de Marte y de la Luna se prueban como escudos frente a la radiación
16 octubre 2012
Una de las mayores amenazas para la salud de los astronautas es la radiación espacial. Las partículas energéticas que viajan por el espacio a velocidades cercanas a la de la luz pueden causar grandes daños en las células del cuerpo y aumentan el riesgo de padecer cáncer. Con el fin de determinar la mejor manera de proteger a los miembros de la tripulación de este bombardeo, la ESA está trabajando con un centro en Alemania con el fin de probar diferentes tipos de protección, incluyendo el suelo de la Luna y el de Marte.
El espacio está lleno de partículas con carga, lo que significa que los astronautas están oficialmente clasificados como trabajadores expuestos a radiaciones. Algunas de las partículas provienen de intensas tormentas de corta duración en el Sol. Otras, conocidas como rayos cósmicos, provienen de estrellas moribundas en galaxias distantes.
En la actualidad, la radiación espacial no representa un gran problema, ya que la Estación Espacial Internacional orbita dentro del campo magnético de la Tierra. Este campo magnético actúa como un escudo contra la mayor parte de la radiación espacial. Sin embargo, las tripulaciones que viajen a la Luna y Marte estarán mucho más expuestas a la radiación cósmica de alta energía por lo que necesitarán una protección especial.
El equipo de la ESA está usando el acelerador de partículas GSI en Darmstadt, Alemania, para probar posibles materiales protectores. Los materiales probados son el aluminio, agua, polietileno, estructuras de varias capas y materiales simulados de la Luna y Marte.
No siempre resulta adecuado una protección más densa o gruesa contra la radiación. Los rayos cósmicos al incidir contra escudos metálicos pueden producir una lluvia de partículas secundarias que puede ser aún más perjudicial. En general, los materiales más ligeros tales como el agua y el plástico proporcionan una mejor protección. En el Reino Unido una empresa está desarrollando nuevos materiales ricos en hidrógeno que parecen tener un futuro muy prometedor.
