Planck: Misión de la ESA para estudiar el resplandor del Big Bang

Planck

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23 octubre 2013

Después de pasar más de 4 años explorando el cielo para averiguar lo que ocurrió al principio de los tiempos, la misión del observatorio Planck de la ESA ha llegado a su fin.

Planck se diseñó para investigar uno de los mayores misterios de la ciencia: qué ocurrió cuando nació el universo. Los científicos creen que se expandió de repente, después de una gran explosión conocida como Big Bang. Lamentablemente, ninguno de nuestros telescopios alcanza a ver tan lejos en el tiempo. En cambio, Planck era capaz de detectar pequeñas fluctuaciones de temperatura en la radiación de fondo de microondas del cosmos, es decir, la primera luz que se emitió después del Big Bang.

Planck fue enviado al espacio junto con el observatorio de infrarrojos Herschel de la ESA el 14 de mayo de 2009 y se colocó en una órbita especial situada a 1,5 millones de km de la Tierra. Llevaba a bordo dos instrumentos de alta sensibilidad que podían explorar todo el firmamento para detectar señales de microondas extremadamente débiles originadas cuando se formó el universo. Uno de los instrumentos terminó su exploración en enero de 2012, pero el otro continuó trabajando hasta el 3 de octubre de 2013.

El mapa más preciso y detallado jamás obtenido de la primera luz del universo

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Después de viajar miles de millones de años a través del cosmos, Planck pudo detectar el resplandor que se produjo inmediatamente después de aquella gran explosión. La nave, de 2 toneladas, proporcionó el mapa más preciso y detallado jamás obtenido de la primera luz del universo, lo que nos aporta nuevos datos sobre su edad, distribución y origen.

Al trazar un mapa del resplandor del Big Bang, Planck nos ha proporcionado una instantánea del universo tal y como era 370.000 años después de su nacimiento. Sus mapas muestran que el fondo cósmico de microondas se extiende de forma sorprendentemente uniforme por el cielo. Sin embargo, es posible observar pequeñas variaciones que señalan las “semillas” donde se acumulaba la materia. Con el tiempo, esa materia creció hasta convertirse en las primeras estrellas y galaxias.

Los datos indican que el universo se expande un poco más despacio de lo que pensaban los científicos. Tiene una edad de 13.800 millones de años, 100 millones de años más de lo que se estimaba en un principio. La información también revela que contiene menos energía oscura, y más cantidad de materia normal y oscura de lo que se creía hasta ahora. La materia oscura es una sustancia invisible que solo se detecta por los efectos de su gravedad, mientras que la energía oscura es aquella fuerza que hace que se expanda el universo. La naturaleza de ambas sigue siendo un misterio.

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