El Director General de la ESA recuerda la llegada del hombre a la Luna
El Director General de la ESA, Jean-Jacques Dordain, comenta la importancia de la llegada del hombre a la Luna, y de proseguir con la exploración lunar
Jean-Jacques Dordain, Director General de la ESA, hace cuarenta años el hombre puso el pie en la Luna ¿Qué significado tuvo?
¿Cuál fue su significado entonces? En ese momento, demostró que la tecnología de EE.UU. era más avanzada que la soviética, porque la bandera que se plantó en la Luna fue la de Estados Unidos.
Sin embargo, creo que hoy podemos ver aquel hecho desde una perspectiva totalmente distinta. Que la primera bandera enarbolada en la Luna fuera estadounidense ya no tiene tanta importancia. Creo que lo más importante, y lo que se recordará durante mucho más tiempo, es que los astronautas descubrieron el planeta Tierra, que vieron la Tierra como una pequeña pelota de golf que flotaba en el Universo. Volvieron a la Tierra con la noción de que debemos pensar en el futuro de la Tierra de forma global y no individual. Eso es lo que significa hoy, y es muy distinto de lo que significó hace 40 años.
¿La humanidad regresará a la Luna? Si es así, ¿cuándo y con qué medios?
Sí, estoy convencido de que la humanidad regresará a la Luna. La Luna está a sólo tres días de la Tierra, y tres días era lo que se tardaba en ir de París a Marsella hace poco más de cien años, por lo que no veo razón alguna para no volver a la Luna. Sin embargo, el objetivo ya no será plantar allí una bandera. Más bien se tratará de utilizar la Luna como una parte más de nuestro entorno, para hacer estudios científicos, para establecer un sistema de alerta frente a asteroides o cualquier otra amenaza que se cierna sobre la Tierra, o como fuente de recursos para trasladarlos a la Tierra.
En mi opinión, la Luna no es más que una parte de nuestro entorno y estoy seguro de que los seres humanos volverán a la Luna, pero lo harán unidos y no en el contexto de dos países rivales.
¿Europa irá a la Luna? ¿Cuándo y con qué medios?
Estoy absolutamente convencido de que el hombre volverá a la Luna.
Pienso que Europa participará en la exploración internacional de la Luna, aunque todavía no sé con qué medios. Es una elección a nivel político, no de la agencia. Esto se debe a que actualmente Europa depende de otros para llevar astronautas a la Luna. Por lo tanto, como somos dependientes, no podemos tomar iniciativa alguna. Todo cuanto podemos hacer es colaborar con el programa de exploración liderado por Estados Unidos. Sin duda, Europa puede aportar tecnologías interesantes en aspectos en los que creo que somos los mejores del mundo, pero sin tomar iniciativas. Por lo tanto, la primera situación posible es la contribución europea al programa de exploración liderado por Estados Unidos.
Hay una segunda posibilidad, que Europa lograra dotarse de capacidad para tomar iniciativas. Sin embargo sería un escenario muy distinto que requeriría en primer lugar desarrollar nuevas capacidades para Europa, en particular un sistema de transporte de tripulantes. Esto demandaría una decisión política de alto nivel, además de debates políticos sobre la posición de Europa en un programa de exploración lunar.
¿Cuándo? En mi opinión dependería, principalmente, del plan actual de EE.UU. Por ahora, su plan es llevar una tripulación a la Luna alrededor de 2020. Sin embargo, yo diría que la fecha no es el factor más importante. Ya no hablamos de una carrera, es decir, disponemos de tiempo. Si no es en 2020, será en 2025; en realidad, no importa mucho. Dentro de cien años a nadie le preocupará si volvimos a la Luna en 2020 o en 2025, por eso en la ESA damos mucha más prioridad a la ciencia y a los servicios a corto plazo que podemos ofrecer a los ciudadanos. En todo caso, estoy absolutamente convencido de que la humanidad sí regresará a la Luna, dentro de 10 años, o tal vez dentro de 20, aunque eso no es lo que más importa.
En un contexto en el que resulta difícil hallar fondos, ¿por qué invertirlos en la Luna?
El planeta Tierra no está aislado y no podemos imaginar su futuro en una soledad absoluta.
Por varias razones. En primer lugar, porque no es posible considerar el futuro a largo plazo de la Tierra sin tener en cuenta nuestro entorno, y la Luna y Marte son parte de nuestro entorno. Por lo tanto la primera razón es la preparación para el largo plazo.
La segunda razón es el desarrollo de tecnologías innovadoras. Para ir a la Luna tendremos que desarrollar muchas tecnologías que aún no están disponibles, por ejemplo, para el reciclaje de recursos. No podemos llevarnos a la Luna cada litro de agua, cada litro de oxígeno ni cada kilogramo de la comida que los astronautas necesitan para vivir allí. Deberemos reciclar tantos recursos en la Luna como sea posible para la generación de agua y oxígeno y el cultivo de plantas. Esas tecnologías, en las que ya estamos trabajando, y que serán necesarias en una base lunar, tendrán muchas consecuencias en la manera de utilizar los recursos de la Tierra.
La tercera razón es que debemos ofrecer a las generaciones más jóvenes proyectos estimulantes, con el fin de atraer las mejores mentes hacia la ciencia y la tecnología. Lamentablemente, en los países más desarrollados los jóvenes con talento no muestran interés en esos campos, pero estoy seguro de que ese tipo de proyectos lograría despertar su entusiasmo por la ciencia y la tecnología.
¿Dónde estaba usted, hoy Director General de la ESA, hace cuarenta años, cuando el hombre llegó a la Luna¿ ¿Qué le pareció?
Recuerdo perfectamente dónde estaba, me pasé la noche frente al televisor. También recuerdo que recibí mi titulación en ingeniería el mediodía de un 20 de Julio. Ya era ingeniero, y para celebrarlo me fui de vacaciones. Aquella noche estaba en sudoeste de Francia, en un pueblo muy pequeño, mirando la televisión. En aquella época me pareció un sueño, un gran logro tecnológico, y no sé si llegué a darme cuenta de todas las implicaciones de lo que estaba viviendo.
Creo que, sencillamente, disfruté de lo que pasaba sin aprender gran cosa de ello. Pero al mismo tiempo me convertí en un ingeniero capaz de trabajar en el campo espacial, y aquí estoy, ¡sigo en el espacio!