Prosigue con éxito la operación de rescate de Artemis

El satélite había sido lanzado por un cohete Ariane el jueves 12 de julio, desde Kourou, y se había colocado en una órbita errada a causa de un fallo de la etapa superior del cohete. La órbita en que fuera inyectado tenía un perigeo de 590 km, un apogeo de 17.487 km, y una inclinación de 2,94°, repecto a los valores previstos de 858 km, 35.853 km y 2°, respectivamente. A partir de su entrada en órbita, la conducta del aparato fue nominal, lo que permitió que la ESA adoptara una estrategia de rescate apuntada a llevar el satélite a su posición geoestacionaria nominal de aproximadamente 36.000 km, prolongando lo más posible la vida del aparato, que, en principio, se había previsto en diez años.

Dicha estrategia se divide en cuatro fases, dos de las cuales ya han sido completadas satisfactoriamente.

En la fase 1 (18-20 de julio), el motor propulsor de apogeo (de propulsión química) fue encendido durante cinco pasos de perigeo (la distancia menor desde la Tierra) hasta elevar el apogeo (distancia máxima) hasta unos 31.000 km, sin cambios significativos del perigeo.

En la fase 2 (22-24 de julio), la órbita elíptica fue circularizada, trámite tres encendidos consecutivos del motor. El resultado fue una órbita de estacionamiento circular con periodo de 20 horas, con el satélite a unos 31.000 km de altitud, y una inclinación de 0,8°. Tras completar esta fase, los paneles solares y las antenas de reflexión fueron desplegados completamente.

Actualmente, el satélite está funcionando de manera casi nominal, perfectamente controlado por el equipo ESA/Alenia Spazio-Telespazio, apuntando hacia la Tierra y con sus paneles solares siguiendo el Sol, aunque todavía no en órbita geoestacionaria. En la fase 3, ya en curso, y con el satélite en órbita de estacionamiento, será preciso introducir (por medio de ascensos software) y activar nuevos métodos de control, imprevistos pero ya necesarios, para la elevación de la órbita mediante la propulsión del motor de iones. Sucesivamente, los mismos motores de iones serán activados y controlados.

La fase 4 (que debería comenzar a fines de septiembre, y prolongarse por varios meses), contempla el desplazamiento en espiral del satélite, desde su órbita de estacionamiento a la órbita nominal geoestacionaria, mediante el novedoso sistema eléctrico de propulsión de iones. Sucesivamente, se pasará a la puesta en marcha del satélite (activación y control que todos los elementos funcionen correctamente). Estas operaciones, comunes para todos los satélites al principio de su vida activa, requerirán otro par de meses.

La operación de rescate conlleva una serie de actividades extraordinarias que no pueden programarse con antelación. En particular, el sistema de propulsión de iones, que en principio debía emplearse sólo para controlar la inclinación del aparato durante su vida activa, deberá ser maniobrado de forma diferente.

Sucesivamente a las maniobras de elevación de la órbita, el combustible de a bordo que sobre - combustible químico y xenón (el gas usado por el sistema eléctrico de propulsión de iones) - debería ser suficiente para posibilitar una misión tecnológica significativa en la órbita geoestacionaria, a condición que los nuevos métodos empleados en la órbita de estacionamiento y durante las maniobras de elevación con el motor de iones sean aplicados correctamente.

El próximo informe de actividades se publicará al comenzar las operaciones de la fase 4, que actualmente está prevista para septiembre.

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