Televisión por satélite

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Actualmente, nos parece normal ver por televisión imágenes de eventos como el Campeonato Mundial o los Juegos Olímpicos. Muchas veces, esas imágenes han viajado hasta tu pantalla desde el otro lado del mundo. Esto es posible gracias a un anillo de satélites de comunicación que se encuentran en órbita geoestacionaria.

Esos satélites, que vuelan a 36.000 km de altura sobre el ecuador, parecen estar estáticos sobre la misma parte de la superficie terrestre. Reciben señales de televisión de las antenas situadas en tierra y las amplifican (aumentan su potencia). A continuación, el satélite devuelve las imágenes y el sonido a los espectadores.

La era moderna de la televisión por satélite se inició en julio de 1962, cuando el Telstar 1 transmitió los primeros programas de TV en directo desde Estados Unidos a Gran Bretaña. Telstar estaba en una órbita terrestre baja, inclinada hacia el ecuador, y otros satélites de mayor capacidad le siguieron poco después. En 1965, Early Bird fue el primer satélite que se utilizó para emisiones de TV habituales entre Norteamérica y Europa.

En el pasado, las señales de TV debían enviarse a grandes antenas parabólicas situadas en estaciones terrestres especiales, antes de poder transmitirlas a las antenas locales. En la actualidad, las señales de satélite son tan potentes que se pueden captar con parabólicas pequeñas situadas en los techos de oficinas y hogares. La TV digital que va directamente al hogar se ha vuelto muy popular en muchos países.

También es posible establecer vínculos directos por satélite entre oficinas distantes, o entre los médicos de hospitales urbanos y sus pacientes de zonas rurales alejadas. También se utilizan satélites para las emisiones de radio digital, que pueden captarse desde automóviles y radios portátiles.

Última modificación 18 octubre 2011

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