Puentes para el mundo

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Hoy en día estamos acostumbrados a ver imágenes de televisión en vivo procedentes de otras partes del mundo. Gracias a los satélites de comunicaciones, podemos ver eventos deportivos, entrevistas, discursos e incluso guerras desde la comodidad de un sofá.

Los primeros experimentos diseñados para hacer rebotar las señales de radio desde enormes globos en el espacio no dieron resultados muy satisfactorios. Después de esos experimentos, en julio de 1962, se lanzó un satélite llamado Telstar, que causó una gran sensación al transmitir las primeras imágenes de televisión en vivo desde América a Europa. Hoy en día hay cientos de satélites de comunicaciones. La mayoría de ellos son propiedad de empresas privadas y giran en torno a la Tierra en órbitas geoestacionarias a 36.000 km de distancia sobre el ecuador, de tal forma que pueden transmitir para una gran área.

Las señales de radio, teléfono y televisión son enviadas hasta el satélite por una gran antena parabólica y el satélite las amplifica para enviarlas posteriormente a una estación receptora. Las señales de televisión también pueden transmitirse directamente a las antenas parabólicas instaladas en los techos de las casas.

En la actualidad los satélites de comunicaciones son muy grandes y potentes. Muchos de ellos han sido puestos en órbita por el cohete europeo Ariane. El satélite Thaicom 4 lanzado por el Ariane-5 el 11 de agosto de 2005 pesaba 6,5 toneladas. Fue el primer satélite de comunicaciones privado que se lanzó al espacio.

Última modificación 14 octubre 2011

El espacio útil