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Todos preparados para el lanzamiento de LISA Pathfinder

30/11/2015 1496 views 11 likes
ESA / Space in Member States / Spain

Tras meses de duro entrenamiento, los controladores de la misión LISA Pathfinder realizaron un último ensayo general el pasado fin de semana, demostrando que están preparados para el lanzamiento.

Esta semana LISA Pathfinder despegará a bordo de un lanzador Vega para probar las tecnologías necesarias para detectar ondas gravitatorias – ondulaciones en el mismísimo tejido espacio-temporal. 

El lanzamiento desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou está programado para el día 2 de diciembre a las 04:15 GMT. 

LISA Pathfinder se separará de la última etapa del lanzador 105 minutos después del despegue, a las 06:00 GMT, y enviará sus primeras señales a tierra instantes más tarde. 

La separación del lanzador es uno de los momentos más críticos de los primeros días en órbita del satélite. 

Los ingenieros del centro de control ESOC de la ESA en Darmstadt, Alemania, establecerán un enlace de comunicaciones, encenderán los sistemas de control del satélite y empezarán a realizar una larga serie de pruebas para comprobar el estado de LISA Pathfinder tras el lanzamiento.

El viaje de LISA Pathfinder
El viaje de LISA Pathfinder

Un equipo formado por expertos en distintas áreas, como operaciones, dinámica del vuelo, programación o estaciones de seguimiento, trabajará de forma ininterrumpida durante los primeros doce días en órbita para asegurar que LISA Pathfinder funciona según lo esperado y se sitúa en la trayectoria adecuada para llegar a su órbita definitiva. 

El satélite llevará a cabo su misión desde una órbita alrededor del ‘punto de Lagrange L1’, una posición virtual en el espacio situada a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección al Sol. 

“LISA Pathfinder es una misión muy compleja”, explica Andreas Rudolph, su director de vuelo. “Después de poner al satélite en órbita con éxito, tendremos que encender su módulo de propulsión unas siete u ocho veces en los primeros 10 días de misión para llevarlo de forma segura a través de los cinturones de radiación que rodean a la Tierra y situarlo en la trayectoria de transferencia correcta”.

“Llegaremos al punto L1 a finales de enero. Hasta entonces, los equipos de control seguirán trabajando de forma intensiva para asegurar que los encendidos se realicen según lo previsto, que la navegación sea correcta y que los instrumentos científicos y los sistemas de vuelo funcionen sin incidentes”. 

La misión de LISA Pathfinder durará unos 180 días (más información sobre los objetivos científicos y tecnológicos de la misión).

Simulaciones en directo para estar preparados

Sesión de entrenamiento
Sesión de entrenamiento

El día del lanzamiento marcará el final de varios meses de entrenamiento para las más de ochenta personas que componen el equipo de control de la misión, durante los que realizaron varios ensayos generales desde la Sala de Control Principal de ESOC. 

“Este año el equipo de control ha pasado muchas horas ‘en consola’, utilizando programas de simulación y equipos reales para ensayar todas las fases de la misión”, explica Ian Harrison, responsable de las operaciones del satélite. 

“Hemos practicado las operaciones rutinarias y las de contingencia, para que todos sepan qué hacer si algo no sale según lo previsto”. 

Varias de estas sesiones fueron ‘en directo’, lo que significa que los sistemas de control de ESOC se comunicaban con LISA Pathfinder, que por aquel entonces se encontraba en un centro de ensayos cerca de Múnich. Los equipos de operaciones científicas, responsables de los instrumentos del satélite, también participaron en varias de estas sesiones de simulación.

El reto de recibir las señales de un satélite mientras acelera

Los primeros datos de la misión se recibirán a través de las estaciones de seguimiento de la ESA en Kourou (Guayana Francesa), Perth (Australia) y Maspalomas (España), así como con una antena dedicada a esta misión en la estación italiana de Malindi (Kenia).

Estación de seguimiento de Kourou
Estación de seguimiento de Kourou

El día del lanzamiento resultará especialmente complejo recibir las primeras señales de LISA Pathfinder, ya que el satélite se comunica en la banda X de alta frecuencia, lo que genera un haz mucho más estrecho que el de las señales tradicionales en banda S, que son las que se suelen utilizar para las misiones en órbita baja. 

“La banda X es la que se suele utilizar en satélites que viajan a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta”, explica Fabienne Delhaise, ingeniero de operaciones en tierra, “pero no es común en órbita baja, que es donde LISA Pathfinder comenzará su misión”. 

“Nuestras estaciones de seguimiento tienen que ser capaces de apuntar hacia el satélite con una precisión especial, y han recibido un adaptador especial que les permitirá recibir las señales que emitirá justo después de la separación, mientras todavía se encuentra muy cerca de la Tierra”.

En cuanto la órbita de LISA Pathfinder se eleve a más de 45.000 kilómetros, los controladores podrán utilizar las potentes antenas de espacio profundo que la ESA tiene en Australia, España y Argentina, diseñadas específicamente para este tipo de misiones.

“Nuestros técnicos están preparados, las antenas están preparadas y los sistemas de tierra también están preparados, tras un minucioso desarrollo”, afirma Paolo Ferri, responsable de las operaciones de las misiones de la ESA. 

“Estamos emocionados de poner en órbita una tecnología tan especial, y esperamos tener un buen lanzamiento y un excelente comienzo de esta fantástica misión”.

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