La historia del logo de la ESA
Se dice que cada imagen cuenta una historia. Esto es aplicable al aparentemente sencillo logotipo de la ESA. Su historia comenzó con la constitución de la Agencia Espacial Europea, y la evolución de su diseño ha reflejado un mundo cambiante y el crecimiento de la agencia.
La historia del logotipo de la ESA comienza en 1975, año clave en la historia del espacio en el que la Organización Europea para la Investigación Espacial (ESRO) y la Organización Europea para el Desarrollo de Lanzadores (ELDO) se fusionaron para formar la Agencia Espacial Europea (ESA). Su primer director general, Roy Gibson, quería establecer una fuerte identidad para la nueva agencia espacial y resaltar la forma en que unía el sector espacial europeo. Con esta idea, promovió el nombre de la agencia como «ESA» y se optó por añadir un círculo como elemento visual para complementar esta denominación. Juntos, se convertirían en el primer logotipo de la ESA.
El equipo que creó el logotipo quería que representara los objetivos y valores de la recién creada Agencia, por lo que tuvieron en cuenta todos los detalles. El círculo representa nuestro planeta natal, la Tierra, y la «e» que aparece en su interior viene de «europea», ya que la letra «e» es común a todas las lenguas de los Estados miembros de la ESA.
La «e» también representaba a Europa, situada en el centro de las actividades espaciales. El pequeño punto blanco representaba un satélite, mientras que una serie de líneas curvas sugerían las órbitas de las naves espaciales o los paralelos (líneas de latitud utilizadas en los mapas para la navegación).
Pero sucedió algo que nadie había previsto: mucha gente interpretó las líneas curvas del círculo como una huella dactilar humana. Esto añadió un atractivo componente humano, especialmente adecuado conforme la ESA se fue involucrando más en los vuelos espaciales tripulados. Así que la idea se mantuvo, convirtiéndose en parte de la historia del círculo, que muchas veces era denominado la «huella dactilar».
El logotipo, cargado de significado simbólico, también resultaba muy práctico para una organización internacional. Al tratarse de un elemento visual, el círculo de la ESA trascendía las barreras lingüísticas.
El logotipo de la ESA, inicialmente utilizado en documentos oficiales, tarjetas de visita y artículos de papelería, protagonizó la portada del primer número del Boletín de la ESA, la revista interna de la agencia.
Posteriormente, en 1977, el símbolo del círculo se combinó con el nombre de la ESA y se publicó el primer conjunto de directrices sobre identidad corporativa. Esto supuso el inicio del desarrollo de la marca, que, si bien vería algunos cambios, mantuvo el concepto original del logotipo como núcleo de la identidad visual de la ESA.
Durante las décadas siguientes, el logotipo de la ESA se abrió paso en un nuevo mundo, en el que no dejaban de proliferar nuevos canales de televisión, tras lo que llegó Internet, los teléfonos inteligentes y las redes sociales. La idea de huella dactilar del logotipo se resentía en las pantallas, ya que en ellas las rayas parpadeaban como si se tratara de una ilusión óptica. Para solucionarlo, se redujo primero el número de líneas, tras lo que se eliminaron por completo cuando la ESA lanzó su portal web.
Ahora saltamos hasta el presente. Vivimos en una época marcada por el exceso de información, con infinidad de canales que reclaman nuestra atención. Por ello, la capacidad de identificación resulta fundamental. La marca ESA necesitaba una imagen más potente y consistente para garantizar su reconocimiento instantáneo. Por ello, actualmente contamos con un único logotipo, adecuado para todos los usos, así como con un conjunto de directrices enfocadas a facilitar la comunicación con un público heterogéneo. El logotipo moderno de la ESA destaca entre la multitud: su nuevo diseño forma parte de una identidad visual corporativa que cuenta nuestra historia y expresa las aspiraciones y los valores de la ESA allá donde aparece.
En la actualidad, el logotipo de la ESA se puede ver en todo tipo de lugares, desde las redes sociales hasta las emblemáticas naves espaciales, pasando por inspiradores juguetes infantiles. Desde sus humildes comienzos como marca para artículos de papelería, el logotipo de la ESA se ha convertido en la piedra angular de una marca respetada en todo el mundo.
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